lunes, 30 de marzo de 2009

¿Fue Pero Gil Converso y padre del Rey Don Pedro? Fue Pero Gil Konverzo i padre del Rey Don Pedro?

Ésta es una de las cuestiones más interesantes e intrincadas de la Genealogía sefardí, que espero haber ordenado y aclarado en esta entrada.



Fuente: Ginés de la Jara Torres Navarrete, "Historia de Torreperogil", Asociación Cultural Ubetense "Alfredo Cazabán Laguna".
El mismo autor, " Pero Gil, historia", en Ibiut. Año VI, nº 31. Agosto de 1987, pp. 6-7




Ginés de la Jara Torres Navarrete sigue a Argote, en su Nobleza de Andalucía, sobre Pero Gil y la Torre de Pero Gil. Polemizando con Toral, que en "Úbeda, 1442-1510", pág. XIX, dice: «Por consiguiente, no existió nunca el pretendido Señorío Jurisdiccional de la Torre de Pero Xil, de los Mercados, Cuevas y Benavides, ya que el Señorío perteneció siempre a la Ciudad de Úbeda», aduce en contra a Argote de Molina, que dice «En xx de enero del año 1357, Pero Gil Zatico, señor de la Torre y cortijo de Hamdón, hizo concordia con la ciudad de Úbeda sobre los términos de su Torre con Juan Sánchez de Aranda el Viejo, Alcalde, y Andrés Fernández de Xódar, alguacil mayor» (Ginés de la Jara Torres Navarrete, ob.cit., p.10)

Para la discusión que seguirá, quiero subrayar que Ginés de la Jara Torres documenta, en 1357, la existencia de Pero Gil Zatico ( IV ), Señor de la Torre de Hamdón, que se aviene, con testigos de Úbeda sobre una cuestión de límites. También la refrenda, según carta personal de octubre de 2008, con la "Carta Blasón de Pero Gil de Abreu", que alude a que Don Juan Alonso de Albuquerque "estovo con Pero Gil de Zatieco en el sitio de Gibraltar i en el de Algeciras entre 1342 i 1344".

Ginés de la Jara Torres afirma también que el nombre de la Torre de Hamdóm viene de Mohamad Handóm, que "tras la pérdida de sus torres pasó a Tíscar y después a Baza, según la crónica de Alfonso X", "de ahí que hasta 1369 [Montiel] fuese conocido este pueblo por las Torres de Hamdón", "cuatro con recinto amurallado".

Más importante para la cuestión principal es la discusión sobre el nombre Zatico o Zatieco. Fernando González-Doría lo hace apellido, originario de Baeza, descendiente del Conde Rodrigo Romaes, nieto de Fruela I, como los Fajardos, con quienes compartiría las armas: oro tres peñas naturales sobre ondas de azur y plata, sumadas de tres ortigas con siete hojas de sinople. Retengo sólo que no hay antecedentes fuera de Baeza y alguna relación con los Fajardos, pues lo demás es mítico.

En el repartimiento de Úbeda y Baeza figuran Pero Gil Zatieco y Payo Zatieco, lo que indica que la forma diptongada parece más antigua. (Martín de Ximena, "Catálogo de los Obispos de las Iglesias Catedrales de Jaén y Anales Eclesiásticos de este Obispado", estudio preliminar de José Rodríguez Molina y Maria José Osorio Pérez) A la vez, esta forma fue la que eligió, quizá por sus conocimientos genealógicos, el gran genealogista Gonzalo Argote de Molina, autor de "Nobleza de Andalucía", cuando sustituyó su apellido Argote por el de Çatieco, Çático o Zatieco (José Ramón López Rodríguez refiere este dato a Manuel Muñoz Garnica, "Discurso preliminar a la "Nobleza de Andalucía que dedicó al rey Felipe II Gonzalo Argote de Molina", 1866, Jaén (reimpresión: Jaén, 1991), p.XI)

Esa forma parece excluir a primera vista el diminutivo implícito en la forma "zatico". María Moliner, en su "Diccionario de uso de la lengua castellana", da para "zatico" o "zatillo", del vasco "zati", porción, el significado de "Hombre que tenía antiguamente en el palacio del rey el oficio de cuidar del pan y quitar la mesa." "Zatico" en otros contextos, significa pedazo de pan" o "mendrugo", como en los refranes "a gordo mendigo pocos dan zatico" o "romero ahito saca zatico" (Sabidurias.com)

Pero podría pensarse que "Zatico" fuera el oficio en alguna corte de un ancestro de Pero Gil Zatieco y Payo Zatieco, los primeros que aparecen en la línea. Pero es un hecho que la forma Zatieco parece la primitiva.


(¿Fue Pero Gil judío?)


Me acercaré ahora al nudo de la cuestión. Pero Gil Zatieco, una persona realmente existente (documento de 1357 y otros) aparece por su nombre envuelto en un asunto muy alto, la identidad del Rey Don Pedro.

La propaganda trastamarista daba al Rey Don Pedro el nombre de Pero Gil, considerándolo Judío. Esta afirmación se debe analizar con cuidado, resultando del análisis, primero, que el nombre se le dio incluso en documentos oficiales solemnes, como Privilegios, y tras su muerte, con lo que se hacía ver que éste era su nombre verdadero, no sólo un apodo de batalla (véase a continuación relación de esos documentos, y citas pormenorizadas) y, segundo, que el nombre iba unido a la consideración como Judío, aunque se puede aceptar como razonable que en el fragor de la lucha esta palabra se entendiese como Converso, o descendiente de Conversos, o judaizante.

Es verdad que, como pensaba Ángel de los Ríos y Ríos en 1900, Don Alfonso XI abandonó prácticamente a su legítima esposa, la Reina Doña María. Ésta, en su solitaria Corte, tuvo cerca a su primo Don Juan Alfonso de Albuquerque, descendiente de Enrique de Lorena y de los Condes de San Gil (Comtes de Saint Gilles et de Toulouse), quien tuvo a su vez un hijo llamado Don Martín Gil. De los Ríos piensa que este nombre le venía de los Gilles de Francia, y supone que los trastamaristas aludiesen a amores adúlteros entre la Reina y Don Juan, por lo que llamarían Gil a Don Pedro, significando que era hijo de Don Juan.

La hipótesis del señor de los Ríos resulta complicada, dado que, a efectos propagandísticos habría que explicar por qué se usaba el apellido Gil para Don Pedro, y no el de Albuquerque, más transparente. Pero, por otra parte, de lo que se hablaba, no era de un adulterio, sino del cambio en la cuna de una niña por un niño, sin poner en cuestión la legitimidad de ninguno. Así consta ya en la Crónica de En Pere IV, Rey de Aragón, contemporáneo de los rumores (1319-1387) Además, de Don Juan no se podía decir que fuera Judío, a no ser con hartos razonamientos genealógicos, sino que el supuesto padre del niño que luego fue el Rey Don Pedro, tenía que ser un Judío, un Converso o un descendiente de Conversos conocido de todos como tal.


Ésta es mi tesis central: Pero Gil fue Pero Gil. Esta afirmación se puede dividir en dos, una en la que sigo a Ginés de la Jara Torres Navarrete y otra que es mía. Torres Navarrete ha sentado, ante las dudas, que Pero Gil (IV) Zatieco fue una persona realmente existente, del linaje de los Zatiecos, o Giles de Hamdón. La segunda postula que Pero Gil Zatieco sería el supuesto padre Judío del Rey Don Pedro, por quien éste sería llamado Pero Gil.

Respondo por tanto en primer lugar a la objeción de Ángel de los Ríos y Ríos, que pensaba que como el mismo Rey fue llamado Pero Gil, no existió otro Pero Gil, lo que está demostrado como erróneo, a la vista del documento de 1357, y de otros, que ahora mencionaré.

Partiendo del documento de 1357 que cita Torres Navarrete. es seguro que Pero Gil (IV) existió, por lo que si Don Enrique en efecto descualificaba como Rey a Don Pedro llamándole Pero Gil, usaba para eso el nombre de una persona real, presente en la Corte, que sería Pero Gil (IV) Zatieco, con lo que parte de su propaganda consistía en decir que este Pero Gil, "judío", era el padre de Don Pedro; entonces, los nombres ajustaban: Pero Gil el padre, Pero Gil el hijo, el Rey. Todo el mundo entendería el nombre del Rey. Y no es preciso recurrir a los enlaces genealógicos con unos Giles portugueses o franceses que De los Ríos aduce, que son demasiado complicados para ser conocidos o entendidos por todos.

Este Pero Gil era Pero Gil Zatieco, Señor de la Torre de Hamdón, es decir, alguien identificado con nombre, apellidos, domicilio.

Llegando a los otros documentos que tres párrafos antes dije que aportaría, recuerdo que, Ginés de la Jara Torres Navarrete cita la "Carta Blasón" de Pero Gil de Abreu, que le remitió fotocopiada Don Alonso de Albuquerque, Cónsul de Portugal en Valencia, según la cual, su ascendiente, Don Joâo Afonso de Albuquerque, tuvo en María Gil de Hamdóm, "junto a Úbeda", a Diego Alfonso Gil y a otro Pero Gil de Abreu, quien con sólo su nombre prueba también la historicidad de Pero Gil (IV) Zatieco. Esto ya es un hecho difundido, pues en GenAllnet, encuentro la misma referencia de que Don Joâo Afonso fue en efecto amante de Doña María, hija de Pero Gil (IV), y tuvieron tres hijos, uno de ellos llamado Pero Gil de Albuquerque (o de Abreu) En este contexto, tengo que estudiar si Don Martín Gil pudo ser también hijo de Doña María Gil, lo que simplificaría la cuestión de su nombre.


(Documentos)


De los Ríos, aunque había leído en Argote sobre Pero Gil, Señor de la Torre de Pero Gil, creía que el genealogista había supuesto la existencia de este caballero por la literalidad del Privilegio de Úbeda, "por no hallar [el genealogista] explicación razonable para dar tal nombre al Rey D. Pedro". En efecto, cita a Argote, Nobleza de Andalucía, folio 238, cuando alude a que el Rey Don Enrique II, concedió a Úbeda un privilegio el 11 de febrero de 1369, en medio del fragor de la guerra, en el que habla del "traidor, herege, tirano de Pero Gil" (Ángel de los Ríos, Boletín de la Real Academia de la Historia", 1900, p. 60)

El texto puede referirse a Pero Gil Zatico o al Rey Don Pedro, pero hay documentos más inequívocos que prueban que Don Enrique llamaba así a Don Pedro, lo que sugiere que, si quería aludir a Pero Gil Zatieco, no dejaría de usar este sobrenombre.

Uno de estos documentos inequívocos, relacionado por cierto con otro antecesor nuestro, es el Privilegio Rodado, en Toro, 25 de septiembre de 1371, en que el Rey Don Enrique concedió a Men Rodríguez de Benavides el Señorío de Santisteban del Puerto: ”Don Enrique, etc. Por conocer de vos Men Rodríguez de Benavides (...) quanta lealtad en vos fallamos(...) E porque vos acertasteis en Cordova, quanto vinieron hy Pero Gil y el Rey de Granada (...) E otro sí porque vos acaecisteis con nusco en la batalla que oviemos cerca de Montiel con el dicho Pero Gil e con los moros, e los vecinos con la ayuda de Dios."

Dos alusiones, en un documento solemne, de las que la primera puede ser equívoca, pero la segunda, no.

De los Ríos explica finalmente el nombre de la Torre de Pero Gil porque allí hipotéticamente acampara el Rey Don Pedro, acompañando a los moros para atacar a Úbeda; pero esto, desde luego, es una suposición, que ignora además la vinculación documentada de la Torre de Hamdóm a los Giles Zatieco (Torres Navarrete)


(¿Fue Pero Gil padre del Rey Don Pedro?)

Habiendo establecido que el rumor trastamarista sobre la identidad de Don Pedro implicaba a Pero Gil Zatieco, hay que considerar ahora la veracidad o no de la atribución a Pero Gil Zatieco, "judío", de la paternidad del Rey Don Pedro.

En primer lugar, tomaré nota de otra atribución, que lleva a suponerlo hijo de otros judíos, Benvenistes de nombre, de quienes sería cambiado por la niña, Infanta de Castilla, que educada como judía con el nombre de María Benveniste -¿alusión a la que sería su verdadera madre, la Reina Doña María?-, se casaría con Yishaaq ha Levi, Haham de la Sinagoga de Burgos, y serían los padres de Shelomoh ha Levi, luego Pablo de Santa María.

Los fundamentos de esta cuestión han sido estudiados exhaustivamente, con impresionante erudición, por José Luis Moure, de la Universidad de Buenos Aires, en "Una expurgación regia en la biografía de Pablo de Santa María", Atalaya, Revue Française d'Études Médiévales Hispaniques", 4, Automne, 1993, pp. 62-67, a quien me voy a limitar a seguir. Su hermano de padre y rival, Enrique de Trastamara, corrió la voz de que estando Alfonso XI muy disgustado por no tener hijo (legítimo) varón, amenazó de muerte a la Reina Doña María, por lo que ella, asustada, al parir una niña, aceptó que fuera cambiada por un niño judío. La historia está recogida por Amador de los Ríos, en su "Historia ...de los judíos", vol. II, pp. 207-209.

Hay que reconocer que esta narración resulta más inverosímil y novelesca aún que la de que fuera Don Juan Alfonso de Albuquerque el padre de Don Pedro. Su verosimilitud en general dependerá de lo que se sepa de la relación entre Don Alfonso XI y Doña María. Se sabe que era gélida, ¿pero podría ser también cruel, hasta el punto de que el Rey amenazase de muerte a la Reina, si no conseguía un hijo varón legítimo que allanase su sucesión? ¿Y es creíble que la Reina se aterrorizase hasta el punto de consentir, en su momento, que se le quitase a su hija recién parida y se le cambiase por un varoncillo ajeno?

Como se verá, hay un testimonio, ajeno a los actores más inmediatos del drama, que dice que el cambio de los niños se produjo verdaderamente. También se puede discutir su valor, pero el texto de ese testimonio existe, y se atribuye a Don Pablo de Santa María, como ahora se verá.

Sigue Moure la pista de las dudas sobre el cambio de los niños, recogidas ya en la Crónica de Pedro IV de Aragón: "E dix-se per alguns que aquest rei Pere no fo fill del rei N'Anfós, ans fo camjat, per dubte del pare, qui tenia continuament una dona de Castella de nobles gents (...) de la qual hac molt fills mascles". Esta versión, en la cual se alude a los Trastamaras, no habla sin embargo de que el supuesto padre del Rey Don Pedro fuera judío.

Moure especifica que la alusión a Pero Gil, judío, como padre de Don Pedro, se lee ya en "la adición del segundo continuador anónimo del Cronicón Latino de Guillermo de Nangis", aunque precisa que el continuador la considera falsa. Y añade que esta alusión fue recogida en la Crónica de Bertrand du Guesclin y luego en la de Froissart.

Siguiendo de nuevo a José Luis Moure, diré que menciona en su obra citada que en el "Libro de los blasones", de García Alonso de Torres, Rey de Armas de Fernando el Católico, en el siglo XV, dos después de los hechos, se habría puesto por escrito por primera vez la noticia de que Don Pablo de Santa María era hijo de la Infanta de Castilla cambiada por quien sería el Rey Don Pedro, luego recogida en la "Recopilación de honra y gloria mundana", de Francisco de Guzmán. Sobre esto, hay un silencio total por parte del propio Don Pablo, que se comprendería lógico para no complicar el proceso de su ascenso social, pero se aludía a ello en el manuscrito de su biografía, compuesta por el Padre Cristóbal de Santotis, OSA, para la reedición del "Scrutinium Scripturarum" de 1591.

Moure cita a Ramírez de Prado: "Deste parto supuesto que se divulgo de la Reyna d. Maria, muger del Rey don Alonso, hazia menzion el P. Santotis, quien saco el Scrutinium Scripturarum, quien en la vida de d. Pablo de Santa Maria decia quel Rey d. Pedro no era hijo de D. Alonso, sino que lo tomaran de una judia i que la madre de d. Pablo [KP: Doña María Benveniste] fue hija dela Reyna d. Maria [KP: es decir, que sería la supuesta Infanta de Castilla] Desto tengo consultas 3. de Garcia de Loaisa i Respuesta del Rey d. Filipe 2 en que mando que suavemente sin llebar el libro se quitase i enmendase aquel pliego, como se hizo, y assi se ha de quitar lo que trata desto".

Moure cita después el texto finalmente publicado de Santotis donde hace alusión a la estirpe de la madre de Don Pablo, conformándose a la opinión general de que fuera Doña María Benveniste y ésta una noble judía: "Vnde haec [mater] & a quibus parentibus orta fuerit, historiarum scriptores non recensent: credimus tamen illam ex Leuitica seu Iudaica tribu descendisse".


Ahora, mi opinión. Cronológicamente es posible que Don Pedro (1334-1369) y Doña María Benveniste, la madre de Don Pablo fueran rigurosamente coetáneos, puesto que éste nació en 1350. Su madre lo tendría con dieciséis años, edad no desacostumbrada en aquellos siglos.

Supongamos que hubo un cambio de los niños. Entonces, ¿quién cedió al niño? ¿La esposa N de un Benveniste, que se encargaría entonces de la Infanta de Castilla, llamándola María Benveniste?

¿O, según la opinión de los trastamaristas, lo cedería la mujer de Pero Gil Zatieco, quien al encargarse de la niña la llamaría María Gil?

(En ambos casos, María, como su supuesta madre, la Reina, cuando el nombre de María no era nada común)

A favor de la opinión de los trastamaristas, María Gil fue en efecto llamada a la Corte -¿por la Reina, viuda en 1350, cuando ella tendría también dieciséis años? - y llegó a ser la amante del primo de ésta, Don Juan Alfonso de Albuquerque, de quien tuvo por lo menos tres hijos, uno, Pero Gil de Albuquerque.

Este dato confluye, por cierto, para complicar más las hipótesis, con lo que postuló De los Ríos acerca de que el Rey Don Pedro fuera hijo de Don Juan Alfonso de Albuquerque, que habría sido amante de la Reina primero, y después de la hija del verdadero Pero Gil. Pero no se pueden mezclar ambas hipótesis, la de la infidelidad de la Reina con su primo y la del cambio de los niños, porque Don Juan Alfonso nunca podría haber sido el padre de María, y luego su amante, a menos que lleguemos a extremos trágicos que incluyeran tal incesto.

Podría pensarse que María Gil fuera la misma persona que María Benveniste, la madre de Don Pablo, pero puede excluirse en la práctica. Doña María Gil, llamada a la Corte, estaría lejos del medio propiamente judío, por lo que no es concebible que fuera esposa de un Haham y madre de un hijo llamado Shelomoh, luego Don Pablo de Santa María y otros muchos hijos, siete en total, y al mismo tiempo la amante de Juan Alfonso de Albuquerque y de tres de sus hijos. Se trataba, por tanto, de dos personas, y entre ambas hay que dilucidar cuál pudo ser cambiada por el niño judío luego llamado Pedro y más luego Rey de Castilla.

¿Pero de dónde pudo tomar García Alonso de Torres, un siglo después, esta noticia de una supuesta ascendencia regia de Don Pablo, que le vendría por su madre, Doña María Benveniste, quien sería en realidad la Infanta de Castilla? Puesto que Torres es apellido frecuente entre cristianos nuevos, García Alonso, si lo fue, pudo haber oido este relato por tradición familiar.

En el siglo XVII, fue Yishaaq Orobio de Castro quien dio a entender que Paloma era a su vez hija del Haham, refiriéndose según creo a Yishaaq ha Levi y a María Benveniste, padres también de Don Pablo. Si también había una tradición judía referida a ella, recogida en la familia de Orobio de Castro, pudo ser conocida también por la familia de García Alonso de Torres, si era conversa.

Quedaría entonces:

Uno. Doña María Benveniste, considerada hija de un Benveniste, esposa del Haham de la sinagoga de Burgos, madre de Paloma, según he deducido, y de Don Pablo de Santa María y de otros seis hijos, podría haber sido la Infanta de Castilla, porque hay una tradición y porque cronológicamente ajustaría. Pero la documentación de esta noticia es tardía (siglo XV) y puede venir de la confusión entre dos descendencias regias: la del Rey Don Pedro, ¿hijo de un Benveniste?, y la del Rey Don Fernando, tataranieto de una Benveniste, a partir de los datos de Yishaaq Orobio de Castro.

Dos. Puesto que el Rey Don Pedro fue llamado de hecho Pero Gil, y no Pero Benveniste, es más fácil pensar que Doña María Gil de Hamdón, considerada hija de Pero Gil, sería en realidad la Infanta de Castilla, llamada luego a la Corte por su madre la Reina, donde fue la amante de Don Juan Alfonso de Albuquerque. Por tanto, Pero Gil sería verdaderamente el padre del Rey Don Pedro, pues habría habido un cambio de niños.

(Endogamia)


Otra de las circunstancias que estoy tomando en cuenta para la suposición de que Pero Gil no sólo existió, sino que fue converso, es el enlace con otras familias que parecen conversas, en condiciones de endogamia. Esto es lo que parece precisamente el matrimonio de su nieta María Alfonso de Zatico con un Mercado, de familia muy rica o incluso riquísima, pero que por su nombre parece ser conversa, aunque tendría que ser antes de 1227, cuando el primer Mercado estuvo en la conquista de Baeza y Úbeda.